como constituir una empresa

Cómo constituir una empresa desde cero paso a paso

¿Quieres saber cómo constituir una empresa? En primer lugar, se elige el tipo de empresa: sociedad limitada, anónima, cooperativa o sociedad civil. Luego, se escoge un nombre único y se redactan los estatutos. Después se realiza el depósito del capital social y se da de alta la empresa ante notario. También se deben cumplir trámites fiscales y laborales, y obtener permisos específicos según el sector. Por último, se deben llevar una contabilidad adecuada. Es recomendable buscar asesoramiento profesional de una asesoría para constitución de empresas para asegurar el cumplimiento legal. 

Elección del tipo de empresa 

Antes de constituir una empresa desde cero, es necesario tomar una decisión clave: elegir el tipo de empresa que mejor se adapte a nuestras necesidades y objetivos. En España, existen diferentes tipos legales de empresas que ofrecen distintas características y beneficios. 

Sociedad limitada 

La sociedad limitada es una opción popular para aquellos emprendedores que desean limitar su responsabilidad personal en caso de deudas o reclamaciones. Este tipo de empresa se caracteriza por establecer un capital social dividido en participaciones, y los socios responden únicamente hasta el límite del capital aportado. 

Además, la sociedad limitada ofrece flexibilidad en la gestión y estructura interna, permitiendo diferentes roles para los socios y una toma de decisiones más ágil. 

Sociedad anónima 

Por otro lado, si quieres crear una la sociedad anónima debes tener en cuenta que se utiliza comúnmente para empresas más grandes y con mayor número de socios. En este caso, el capital social está dividido en acciones y los accionistas tienen responsabilidad limitada a su aporte de capital. 

La sociedad anónima destaca por su capacidad para atraer inversores externos y cotizar en bolsa, permitiendo el acceso a un mayor financiamiento y una mayor visibilidad en el mercado. Sin embargo, este tipo de empresa está sujeta a una regulación más estricta y requiere un mayor nivel de formalidad en su funcionamiento. 

Cooperativa 

Una cooperativa es una forma de empresa en la que los socios, que pueden ser trabajadores, consumidores o ambos, se unen para satisfacer sus necesidades comunes. El principal objetivo de una cooperativa es ofrecer beneficios a sus socios en lugar de maximizar el lucro. 

Las cooperativas se rigen por los principios de democracia, igualdad y participación, y suelen ser más comunes en sectores como agricultura, servicios financieros o vivienda. Cada socio tiene voz y voto en la toma de decisiones, y las ganancias se distribuyen equitativamente. 

Sociedad civil 

Por último, la sociedad civil es un tipo de empresa que se constituye por la colaboración entre dos o más personas para llevar a cabo una actividad económica de forma conjunta. A diferencia de otros tipos de empresas, la sociedad civil no tiene personalidad jurídica propia, por lo que es una forma de asociación más simple y flexible. 

La sociedad civil es comúnmente utilizada para actividades profesionales, como abogacía, consultoría o arquitectura. Los socios son responsables de forma ilimitada y solidaria, lo que implica que responden con su patrimonio personal en caso de deudas. 

Elección del nombre y redacción de estatutos 

Una vez que se ha decidido el tipo de empresa que se desea constituir y antes de redactar la escritura de constitución de una empresa, es fundamental elegir un nombre único y original para el negocio. El nombre de la empresa debe ser atrayente y memorable, representando la identidad y los valores que se desean transmitir. Es importante realizar una búsqueda exhaustiva para asegurarse de que el nombre elegido no se encuentre registrado por otra empresa en el mismo sector. 

Además del nombre, es necesario redactar los estatutos de la empresa. Los estatutos son un conjunto de normas y reglas que establecen cómo se regirá y operará la empresa. Deben contemplar aspectos como la estructura de la empresa, los derechos y obligaciones de los socios, los órganos de gobierno, las políticas de distribución de beneficios, entre otros aspectos relevantes. 

Al redactar los estatutos, es recomendable contar con el asesoramiento de gestoría en Móstoles que te ayude a garantizar que los estatutos se ajusten a la legalidad vigente y sean congruentes con los objetivos y necesidades de la empresa. 

Una vez redactados los estatutos, deben ser aprobados por los socios o accionistas de la empresa en una asamblea general. Es necesario que todos los miembros estén de acuerdo con su contenido y los aprueben formalmente. 

Es importante destacar que los estatutos pueden ser modificados en el futuro si es necesario. Estas modificaciones deben seguir un proceso legal y contar con la aprobación correspondiente de los socios o accionistas. 

Depósito del capital social y alta ante notario 

Una vez elegido el tipo de empresa y redactados los estatutos, el siguiente paso es el depósito del capital social y el alta ante notario. El depósito del capital social es una cantidad de dinero que los socios deben aportar como capital inicial para la empresa. 

Para realizar el depósito del capital social, es necesario abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa. En esta cuenta se depositarán los fondos correspondientes al capital social, los cuales estarán disponibles para el inicio de las operaciones. Es importante asegurarse de cumplir con los requisitos mínimos de capital social establecidos según el tipo de empresa elegido. 

Una vez obtenido el capital social, es necesario realizar el alta ante notario. Este trámite implica la formalización legal de la constitución de la empresa, y se realiza mediante la firma de la escritura de constitución ante un notario. Durante esta firma, se presentarán los estatutos de la empresa, el depósito del capital social y demás documentación requerida. El tiempo que se tarda en constituir una empresa depende de la forma en la que se gestionan todos los pasos necesarios, pero es importante comentar que se puede constituir una empresa en un día

Una vez obtenida la escritura de constitución, es recomendable inscribir la empresa en el Registro Mercantil con la ayuda de una asesoría mercantil en Madrid. Esta inscripción proporciona mayor seguridad jurídica y transparencia, y permite que la empresa sea reconocida legalmente y acceda a diversos servicios y beneficios. 

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