¿Puede un autónomo contratar a otro autónomo?
La dinámica laboral evoluciona constantemente y surgen nuevas modalidades de colaboración profesional. Una pregunta que recibimos frecuentemente es si un autónomo puede contratar a otro autónomo. La respuesta es afirmativa. Sin embargo, esta relación difiere sustancialmente de una contratación laboral tradicional.
A continuación, te explicamos las particularidades de este tipo de colaboración. Si necesitas asesoramiento personalizado, no dudes en contactar con nuestros servicios de asesoría laboral.
¿Es posible que un autónomo contrate a otro autónomo?
Cuando un autónomo decide contratar a otro autónomo, establece una relación mercantil en lugar de una laboral. Esto significa que el profesional contratado no se convierte en un empleado bajo las órdenes del contratante. En su lugar, actúa como un proveedor de servicios independiente que mantiene su autonomía profesional.
Esta modalidad de contratación ofrece enormes ventajas para ambas partes: mayor flexibilidad operativa, independencia en la gestión y optimización de recursos. Para garantizar que el proceso se realice correctamente, nuestra gestoría en Móstoles te ofrece el asesoramiento necesario en cada paso.
¿Qué tipo de contrato necesito para contratar a otro autónomo?
La contratación entre autónomos se formaliza mediante un contrato mercantil de prestación de servicios. Este documento establece una relación profesional entre iguales, diferente al contrato laboral tradicional.
Elementos fundamentales del contrato mercantil
- Datos completos de ambas partes: información fiscal y de contacto de los profesionales que firman el acuerdo.
- Descripción detallada de servicios: especificación clara del trabajo a realizar, incluyendo plazos y entregables.
- Duración del acuerdo: periodo de vigencia del contrato y condiciones de renovación.
- Honorarios y forma de pago: importe acordado, periodicidad y método de pago establecido.
- Causas de finalización: motivos que pueden dar por terminada la relación mercantil.
- Cláusulas específicas: confidencialidad, exclusividad u otras condiciones particulares del servicio.
Principales diferencias con el contrato laboral
Al contratar los servicios de otro profesional, debes tener clara la diferencia entre autónomo y trabajador por cuenta ajena. Esta distinción determinará el tipo de relación profesional y las obligaciones de cada parte. Veamos los aspectos clave que caracterizan el contrato mercantil:
- Ausencia de relación de dependencia: el autónomo contratado toma sus propias decisiones profesionales sin recibir órdenes directas. Desarrolla su actividad con criterio propio y sin supervisión constante del contratante.
- Autonomía total del profesional: libertad para organizar el trabajo, gestionar otros clientes y proyectos simultáneos. El profesional decide cómo y cuándo realizar las tareas acordadas, siempre que cumpla con los plazos establecidos.
- Facturación en lugar de nómina: en vez de recibir un salario mensual, el profesional emite facturas por los servicios prestados, incluyendo el IVA correspondiente y las retenciones aplicables según la normativa fiscal.
- Medios de trabajo propios: el autónomo aporta sus propias herramientas, equipos, software y recursos necesarios para desarrollar su actividad. No utiliza los medios materiales del contratante.
- Flexibilidad horaria: ausencia total de control horario. El profesional organiza su tiempo libremente sin estar sujeto a un horario fijo ni a la jornada laboral del contratante, siempre que cumpla con los objetivos acordados.
Responsabilidades de cada parte
Ambos profesionales asumen compromisos específicos. El contratante debe respetar la independencia profesional y cumplir con los pagos acordados. Por su parte, el autónomo contratado se encarga de prestar los servicios y emitir las facturas correspondientes.
¿Qué documentación necesitas para contratar a otro autónomo?
Para establecer una relación mercantil correcta entre autónomos, necesitas cumplir con una serie de requisitos fundamentales que garanticen la legalidad del acuerdo. Para evitar cualquier inconveniente, es esencial tener clara la documentación necesaria.
Requisitos legales básicos
- Alta en el RETA: ambos profesionales deben estar dados de alta como autónomos en la Seguridad Social antes de iniciar la colaboración. Si quieres saber cómo hacerlo correctamente, te recomendamos que leas nuestro post donde te explicamos los pasos para darse de alta como autónomo en la Seguridad Social.
- Licencias y permisos: contar con todas las autorizaciones necesarias para ejercer la actividad profesional correspondiente.
- Seguro de responsabilidad civil: dependiendo del sector, será necesario disponer de un seguro que cubra posibles incidencias.
Documentación necesaria para la facturación
- Datos fiscales completos: nombre, NIF, domicilio fiscal y datos de contacto de ambas partes.
- Descripción del servicio: detalle claro de los trabajos realizados y periodo de facturación.
- Importes desglosados: base imponible, IVA aplicable y retención de IRPF cuando corresponda.
- Información bancaria: cuenta corriente para realizar los pagos y plazos acordados.
Obligaciones fiscales
- Declaraciones trimestrales: presentación del IVA y retenciones según el calendario fiscal.
- Contabilidad actualizada: registro de ingresos y gastos relacionados con la actividad.
- Conservación de documentos: mantener un archivo organizado de contratos y facturas durante el período legal establecido.
¿Qué ventajas tiene contratar a otro autónomo?
La contratación entre autónomos ofrece enormes beneficios para ambas partes. Esta modalidad se adapta perfectamente a las necesidades actuales del mercado laboral, caracterizada por la flexibilidad y la especialización.
Ventajas fiscales y económicas
La colaboración entre profesionales independientes simplifica las obligaciones fiscales de los autónomos y ofrece importantes beneficios económicos.
Reducción de costes fijos
La facturación por servicios permite ajustar los gastos según las necesidades reales del negocio. No existen compromisos de pago mensuales fijos ni necesidad de mantener una estructura permanente. Pagas únicamente por el trabajo realizado cuando lo necesitas.
IVA deducible
Las facturas emitidas entre autónomos incluyen IVA que podrás deducir en tus declaraciones trimestrales. Esto supone una ventaja fiscal importante, ya que el IVA soportado en estas operaciones reduce la cuota a pagar en tus liquidaciones con Hacienda.
Sin costes de Seguridad Social
A diferencia de un trabajador asalariado, no debes asumir el pago de seguros sociales ni cotizaciones empresariales. Cada profesional gestiona y abona sus propias cuotas de autónomos, lo que simplifica la gestión y reduce la carga económica.
Optimización fiscal
La relación mercantil ofrece mayor flexibilidad en la planificación tributaria de tu actividad. Puedes gestionar mejor el timing de facturación, los gastos deducibles y las obligaciones fiscales, adaptándolas a tu estrategia empresarial y flujo de caja.
Flexibilidad operativa
La contratación entre profesionales independientes destaca por su gran adaptabilidad a las necesidades del mercado. Esta modalidad te permite ajustar los servicios contratados según la demanda específica de cada proyecto o temporada. No existe un compromiso de permanencia fijo, lo que facilita mantener la relación profesional solo mientras resulte beneficiosa para ambas partes.
Una de las principales ventajas es la capacidad de gestionar eficientemente los picos de trabajo. Podrás ampliar tu capacidad operativa cuando el negocio lo requiera, sin necesidad de incrementar la estructura fija de tu empresa. Esta flexibilidad resulta especialmente valiosa en sectores con demanda variable o proyectos estacionales.
Beneficios profesionales
Cuando estableces una relación mercantil con un autónomo, accedes a un modelo de trabajo que prioriza la especialización y la eficiencia. Esta colaboración te permite incorporar expertos en áreas específicas que complementan tus servicios principales, manteniendo una estructura empresarial ligera y adaptable.
La independencia caracteriza este tipo de relación profesional. Cada parte conserva su autonomía y metodología de trabajo, fomentando un ambiente basado en la confianza y orientado a resultados. Este enfoque favorece la innovación y la calidad del servicio, ya que cada profesional aporta su experiencia y conocimientos específicos al proyecto común.
Situaciones especiales en la contratación entre autónomos
![Un autónomo puede contratar a otro autónomo](https://asesoriahidalgo.es/wp-content/uploads/2025/01/un-autonomo-puede-contratar-a-otro-autonomo-1.jpg)
La legislación contempla dos figuras particulares que requieren especial atención cuando hablamos de contratación entre autónomos: el TRADE y el autónomo colaborador familiar. Cada una tiene sus propias características y requisitos legales.
La figura del TRADE
Los Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes (TRADE) constituyen una modalidad específica que no debemos confundir con el falso autónomo. Un TRADE es un profesional independiente que, de forma legal y transparente, obtiene al menos el 75% de sus ingresos de un único cliente.
Esta figura requiere un registro especial en el SEPE y un contrato específico que protege a ambas partes. El TRADE mantiene su independencia profesional, utilizando sus propios medios y estableciendo sus horarios, pero disfruta de ciertas garantías adicionales como periodos de descanso y causas justificadas para la interrupción de actividad.
Si quieres conocer las diferencias entre autónomo dependiente y falso autónomo, te recomendamos consultar nuestra guía específica sobre el tema.
Autónomos colaboradores familiares
La incorporación de familiares al negocio mediante la figura del autónomo colaborador es otra situación especial en el ámbito del trabajo autónomo. Se trata de una modalidad aplicable a familiares hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad que convivan y colaboren en el negocio familiar.
Esta figura presenta una peculiaridad interesante: mientras que para la Seguridad Social son considerados autónomos y deben cotizar en el RETA, fiscalmente sus ingresos se consideran rendimientos del trabajo. Es una dualidad que ofrece ventajas específicas en términos de protección social y tratamiento fiscal.
Sectores donde es habitual esta práctica
La contratación entre autónomos destaca en diversos sectores de la economía, particularmente cuando se requieren servicios especializados o colaboraciones puntuales.
- Sector tecnológico y digital: desarrollo web, programación y marketing digital. Por lo general, los proyectos tienen una duración determinada y requieren habilidades específicas.
- Construcción y reformas: arquitectos, aparejadores y diferentes oficios colaboran en proyectos concretos. Cada profesional aporta su especialidad y herramientas propias.
- Consultoría empresarial: asesores financieros, consultores estratégicos y expertos en diferentes áreas prestan servicios especializados según las necesidades de cada cliente.
- Marketing y comunicación: diseñadores gráficos, redactores y community managers trabajan por proyectos o con dedicación parcial para diferentes clientes.
- Formación y educación: formadores especializados imparten cursos o talleres específicos sin necesidad de una vinculación laboral permanente.
- Servicios profesionales: abogados, gestores y asesores establecen colaboraciones para proyectos concretos o servicios complementarios.
- Logística y transporte: transportistas autónomos prestan servicios a empresas más grandes según la demanda.
- Sector creativo: fotógrafos, diseñadores y artistas colaboran en proyectos específicos manteniendo su independencia creativa.
Como hemos visto, un autónomo puede contratar a otro autónomo, estableciendo una relación mercantil beneficiosa para ambas partes. Esta modalidad ofrece flexibilidad, eficiencia y ventajas fiscales, siempre que se respeten los requisitos legales y se establezcan condiciones claras desde el inicio. Recuerda que el asesoramiento profesional es imprescindible para aprovechar al máximo los beneficios de esta forma de colaboración mientras cumples con todas las obligaciones legales.