Capital de constitución de una empresa: qué es y cuánto hace falta
Si quieres emprender un negocio, seguramente te habrás preguntado qué es el capital de constitución de una empresa y cuánto es el mínimo necesario. Como asesoría mercantil en Madrid, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este capital y te daremos algunos consejos para que puedas elegir la opción adecuada a tu proyecto. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el capital de constitución de una empresa?
A la hora de informarse sobre cómo constituir una empresa, aparece un concepto fundamental en el ámbito empresarial: el capital de constitución de una empresa. Se refiere al valor económico que los socios aportan a la sociedad mercantil en el momento de su creación.
El capital social, también conocido como capital de constitución, está compuesto por los bienes y derechos patrimoniales que los socios contribuyen a la empresa. Estas aportaciones pueden ser en forma de dinero, bienes o derechos de crédito.
Definición de capital social
El capital social se define como el valor monetario de los recursos que los socios aportan a la empresa en el momento de su constitución. Es una suma de los aportes individuales de los socios y representa la cuantía económica con la que la empresa cuenta para comenzar sus actividades. Este capital está reflejado en los estatutos de la sociedad y determina los derechos y obligaciones de los socios.
Funciones del capital social
El capital social cumple varias funciones esenciales en el funcionamiento de la empresa, tales como:
- Proveer a la empresa de los fondos necesarios para iniciar sus actividades, financiando la adquisición de activos y el desarrollo de proyectos.
- Actuar como garantía frente a terceros en caso de contraer deudas, ya que la empresa responde con el capital social que posee.
- Determinar el porcentaje de participación de cada socio en la empresa, lo que implica sus derechos de voto, participación en las decisiones y porcentaje de beneficios.
Aportaciones de los socios
Además de los gastos de constitución de una empresa, hay que tener en cuenta las aportaciones de los socios. Estas pueden ser:
- En forma de dinero: son las más comunes y se realizan mediante la entrega de efectivo en la cuenta bancaria de la empresa.
- Bienes muebles o inmuebles: implican la transferencia de la propiedad de dichos activos a la sociedad.
- Derechos de crédito: consisten en la cesión de derechos de cobro a la empresa.
¿Cuál es el requisito mínimo de capital social según el tipo de sociedad?
El capital social es una de las decisiones más importantes que hay que tomar a la hora de constituir una empresa, ya que determina la responsabilidad de los socios, el acceso a la financiación y la imagen de la empresa ante terceros. Sin embargo, el requisito mínimo de capital social no es el mismo en todos los tipos de sociedad, sino que varía según la forma jurídica que se elija. A continuación, te explicamos cuánto capital social necesitas para constituir una empresa según el tipo de sociedad que prefieras.
Sociedades Limitadas (SL)
En el caso de las sociedades limitadas, también conocidas como sociedades de responsabilidad limitada (S.R.L.), se establece un capital social mínimo de 3.000 euros, según lo establecido legalmente. Sin embargo, con la aprobación de la Ley Crea y Crece, se ha introducido una importante modificación. Ahora, estas sociedades pueden constituirse con un capital no inferior a un euro, siempre y cuando destinen al menos el 20% de los beneficios a la reserva legal hasta alcanzar los 3.000 euros mínimos.
Sociedades Anónimas (SA)
En el caso de las sociedades anónimas, se exige un desembolso de capital social mínimo de 60.000 euros, de acuerdo con la normativa vigente. Este capital debe ser aportado en el momento de la constitución de la empresa y puede estar compuesto por dinero en efectivo, bienes muebles o inmuebles, o derechos de crédito.
Es importante destacar que estos montos de capital social mínimo pueden variar según la legislación aplicable en cada país y pueden estar sujetos a modificaciones en el futuro. Por lo tanto, es fundamental consultar la normativa vigente y contar con una asesoría para la constitución de empresas al momento de conformar una organización empresarial.
Sociedad de Responsabilidad Limitada Nueva Empresa (SLNE)
Es una modalidad de SL pensada con el fin de facilitar la creación de empresas por parte de emprendedores, ya que simplifica los trámites y reduce los costes. El capital mínimo para constituir una SLNE es de 3.012 euros y el máximo de 120.202 euros, que deben estar totalmente desembolsados y depositados en una cuenta bancaria a nombre de la sociedad.
El capital se divide en participaciones sociales, que pueden ser de diferente valor y que no pueden cotizar en bolsa. La SLNE tiene algunas limitaciones, como que el número de socios no puede superar los cinco y que el nombre de la sociedad debe incluir los dos apellidos del socio fundador o de uno de ellos seguido de un código alfanumérico.
Sociedad Limitada de Formación Sucesiva (SLFS)
Es otra modalidad de SL que permite constituir una empresa sin aportar un capital mínimo inicial, ya que se puede ir formando con las aportaciones de los socios o con los beneficios generados por la actividad.
No obstante, la SLFS tiene algunas obligaciones, como que no puede repartir dividendos hasta que el capital social alcance los 3.000 euros, que debe destinar al menos el 20% de los beneficios a reservas legales hasta alcanzar esa cifra, y que debe hacer una auditoría anual de sus cuentas.
Empresario individual o autónomo
Es la forma jurídica más sencilla y rápida de iniciar una actividad empresarial, ya que no requiere constituir una sociedad ni aportar un capital mínimo. El empresario individual o autónomo responde con todo su patrimonio, presente y futuro, de las deudas contraídas con su negocio, por lo que asume un mayor riesgo. Para darse de alta como autónomo, solo hay que rellenar el modelo 036 o 037 de la Agencia Tributaria y el modelo TA.0521 de la Seguridad Social.
El capital de constitución de una empresa es uno de los aspectos más importantes que debes tener en cuenta a la hora de emprender un negocio, ya que determina la forma jurídica, el régimen fiscal, la responsabilidad, la financiación y la imagen de tu proyecto. Si necesitas ayuda profesional, no dudes en contactarnos. En Asesoría Hidalgo te brindamos un servicio integral y personalizado de gestoría en Móstoles para que puedas constituir tu empresa de forma rápida y segura.