Qué es un autónomo societario

¿Qué es un autónomo societario?

Definir qué es un autónomo societario implica entender una figura clave en el mundo empresarial actual. Un autónomo societario es un trabajador por cuenta propia que ha constituido una sociedad mercantil y, por ende, opera su negocio bajo esta estructura. Esta modalidad permite a los emprendedores disfrutar de la limitación de responsabilidad personal y beneficios fiscales. 

A continuación, te explicamos todo lo que debes saber sobre la figura del autónomo societario. Si necesitas un asesoramiento profesional y personalizado, nuestros servicios de asesoría laboral están diseñados para guiarte en cada paso.

Características principales del autónomo societario

Un autónomo societario, también llamado socio trabajador, es un profesional que combina dos roles fundamentales: 

  • Socio de una sociedad mercantil 
  • y trabajador por cuenta propia

Esta modalidad requiere el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y conlleva una serie de particularidades que lo distinguen de otras figuras empresariales.

En nuestra gestoría en Móstoles te ayudamos a entender todas las implicaciones de ser autónomo societario.

Doble condición profesional

La principal característica radica en su doble condición profesional: participa como socio en una sociedad mercantil (S.L. o S.A.) y desarrolla una actividad profesional vinculada a la empresa. Esta configuración le permite mantener su autonomía en el desempeño laboral mientras influye directamente en la gestión empresarial.

Control y gestión empresarial

El autónomo societario participa en la toma de decisiones estratégicas y en la dirección de la empresa. Esta capacidad de influencia se materializa a través de su participación en el capital social, que determina su grado de control efectivo sobre la sociedad.

Marco legal y régimen laboral

En cuanto al régimen laboral, se rige por normativas específicas que reconocen su independencia funcional. A diferencia de un trabajador por cuenta ajena, no existe una relación de dependencia laboral tradicional

Esta particularidad conlleva una serie de obligaciones específicas, que incluyen tanto las propias del régimen de autónomos como las derivadas de su participación en la sociedad mercantil.

Diferencias entre autónomo societario y autónomo convencional

La elección entre ser autónomo societario o autónomo convencional representa una decisión fundamental para cualquier emprendedor. Cada modalidad presenta características únicas que determinan aspectos esenciales del negocio, desde la fiscalidad hasta la protección patrimonial. Para crear una sociedad o ser autónomo, es imprescindible conocer estas diferencias:

Forma jurídica y responsabilidad

El autónomo convencional opera bajo su propio nombre y NIF, asumiendo una responsabilidad ilimitada que afecta a todo su patrimonio personal. 

En cambio, el autónomo societario actúa a través de una sociedad mercantil, generalmente una S.L., limitando su responsabilidad al capital aportado. 

Régimen fiscal y tributación

La estructura fiscal marca otra diferencia notable. El autónomo convencional tributa exclusivamente a través del IRPF, con tipos impositivos progresivos según sus ingresos. 

Por su parte, el autónomo societario combina el Impuesto sobre Sociedades para la empresa con el IRPF para sus retribuciones personales. 

Asimismo, las obligaciones fiscales de los autónomos varían entre ambas modalidades, especialmente en aspectos como deducciones y declaraciones periódicas.

Cotizaciones y costes

Las bases de cotización también difieren considerablemente. El autónomo societario debe cotizar por una base mínima más elevada, aproximadamente 1.234,86 euros, mientras que el autónomo convencional parte de una base inferior, alrededor de 960,60 euros. Esto implica cuotas mensuales diferentes: unos 377,87 euros para el societario frente a 294 euros para el convencional.

Comparativa: autónomo societario vs. autónomo individual

CaracterísticaAutónomo SocietarioAutónomo Convencional
Forma JurídicaA través de sociedad mercantilComo persona física
ResponsabilidadLimitada al capital socialTotal sobre patrimonio personal
Tributación PrincipalImpuesto Sociedades (25%)IRPF (por tramos)
Base Mínima Cotización1.234,86€960,60€
Cuota Mensual Aprox.377,87€294€
Protección PatrimonialAltaBaja
Tarifa PlanaNo aplicableSí aplicable
Gestión AdministrativaMás complejaMás sencilla

¿Cuándo es obligatorio ser autónomo societario?

La obligación de darse de alta como autónomo societario no es automática. Esta exigencia depende principalmente del grado de control efectivo que se ejerce sobre la sociedad. Para calificar como autónomo societario, se deben cumplir al menos uno de los siguientes criterios:

  • Poseer al menos el 25% del capital social y desempeñar funciones de dirección o gerencia.
  • Tener al menos el 33% del capital y trabajar en la empresa.
  • No tener participaciones, pero convivir con un socio que tenga al menos el 50% del capital.

Casos de no obligatoriedad

No es obligatorio registrarse como autónomo societario en las siguientes situaciones:

  1. Socio con control, pero sin actividad: cuando el socio posee una participación significativa que le otorga control efectivo, pero no desempeña ningún trabajo ni cargo en la sociedad. En este caso, actúa exclusivamente como inversor.
  2. Administrador sin participación relevante: en situaciones donde la persona ejerce como administrador de la sociedad, pero su participación en el capital social no alcanza los porcentajes mínimos establecidos para considerarse control efectivo.
  3. Socio capitalista pasivo: cuando el socio se limita a aportar capital sin intervenir en la gestión diaria ni en la toma de decisiones de la empresa. Su papel se reduce a la inversión y participación en beneficios.

¿Cómo cobra su trabajo un autónomo societario?

Qué es un autónomo societario

Existen dos modalidades principales para percibir retribuciones como autónomo societario. La elección de una u otra dependerá del tipo de funciones que se desempeñen en la sociedad y de cómo se haya establecido en los estatutos sociales.

Nómina como administrador

Cuando el autónomo societario ejerce funciones de administración, puede percibir una nómina por estas tareas. Esta opción requiere que los estatutos de la sociedad especifiquen expresamente que el cargo de administrador es remunerado.

  • Retribución mensual: la sociedad emite una nómina regular que refleja la remuneración por las funciones directivas.
  • Tributación específica: los rendimientos se declaran como trabajo personal con su correspondiente retención de IRPF.
  • Documentación requerida: la retribución debe constar en los estatutos y ser aprobada por la junta general.

Facturación por servicios profesionales

La segunda modalidad corresponde a la prestación de servicios profesionales a la empresa, independientes de las tareas de administración.

  • Emisión de facturas: cada servicio prestado requiere su correspondiente factura con IVA al 21%.
  • Régimen fiscal: los ingresos tributan como actividad económica, con una retención del 15%.
  • Desglose de servicios: cada factura debe especificar detalladamente los trabajos realizados.

Sistema mixto de retribución

Muchos autónomos societarios optan por combinar ambas modalidades de cobro, diferenciando claramente las funciones de administración de los servicios profesionales adicionales.

Cuotas y cotizaciones para autónomos societarios

El sistema de cotización para autónomos societarios experimenta una transformación importante, estableciendo un modelo más justo y adaptado a la realidad económica de cada profesional. Esta reforma introduce un sistema progresivo basado en los ingresos reales, alejándose del modelo anterior de cuotas fijas.

Principales cambios para 2025

La reforma de 2025 introduce cinco modificaciones fundamentales en el sistema de cotización:

  1. Base mínima de cotización: 1.000€ mensuales.
  2. Cuota mínima: 314€ (reducción respecto a los 377,87€ de 2022).
  3. Gastos de difícil justificación: deducción del 3% sobre rendimientos netos.
  4. Modificación de base: 6 oportunidades anuales (antes 4).
  5. Sistema progresivo basado en ingresos reales.

Funcionamiento del nuevo sistema

El cálculo de la cuota se basa ahora en los rendimientos netos reales. Este concepto representa la diferencia entre ingresos y gastos mensuales, aplicando posteriormente la deducción del 3% por gastos de difícil justificación. Este método permite ajustar la cotización a la situación económica real del autónomo societario, estableciendo una relación directa entre beneficios y aportaciones a la Seguridad Social.

Beneficios y flexibilidad del nuevo modelo

La reforma introduce ventajas notables para los autónomos societarios. La reducción de la cuota mínima supone un ahorro anual superior a 768€ respecto al sistema anterior. La flexibilidad para modificar la base de cotización seis veces al año facilita la adaptación a las fluctuaciones de ingresos, permitiendo una mejor planificación financiera y fiscal.

Obligaciones fiscales y contables del autónomo societario

Un autónomo societario debe gestionar una doble vertiente de obligaciones: las derivadas de la sociedad mercantil y las personales como administrador o socio. Esta dualidad requiere una atención especial a los aspectos fiscales y contables.

Sistema de tributación dual

La tributación del autónomo societario se estructura en dos niveles:

  1. La sociedad tributa a través del Impuesto sobre Sociedades (IS) con un tipo general del 25% sobre los beneficios empresariales, que puede reducirse al 15% durante los dos primeros años para empresas de nueva creación. 
  2. El socio debe declarar en su IRPF tanto los dividendos recibidos como las retribuciones por su trabajo, ya sea mediante nómina como administrador o mediante facturación por servicios profesionales.

Gestión contable obligatoria

  • Libros oficiales: mantenimiento actualizado del Libro Diario, Libro de Inventarios y Cuentas Anuales.
  • Documentación societaria: Gestión del Libro de Actas y Libro de Registro de Socios.
  • Cuentas anuales: Elaboración y depósito del balance, cuenta de resultados y memoria.

Calendario de obligaciones

El cumplimiento de las obligaciones fiscales y contables sigue un calendario estricto:

  • Declaraciones trimestrales: presentación del IVA (modelo 303) y retenciones dentro de los 20 días siguientes al fin del trimestre.
  • Cuentas anuales: formulación en los 3 meses posteriores al cierre y depósito en los 6 meses siguientes.
  • Impuesto sobre Sociedades: presentación en los 25 días naturales siguientes a los 6 meses posteriores al cierre del ejercicio.

¿Cómo darse de alta como autónomo societario?

Darse de alta como autónomo societario implica seguir una serie de pasos administrativos que aseguran la correcta constitución y funcionamiento de la sociedad. A continuación, te explicamos los pasos esenciales que debes seguir para completar este proceso.

1. Constituir la sociedad

El primer paso es constituir una sociedad mercantil, que generalmente puede ser una Sociedad Limitada (SL) o una Sociedad Anónima (SA). Este proceso incluye:

  • Redacción de los estatutos: se deben establecer las reglas que regirán la sociedad.
  • Designación de administradores: se debe nombrar a las personas que gestionan la sociedad.
  • Determinación del capital social: es necesario definir el capital que se aportará a la sociedad.

2. Obtener el Número de Identificación Fiscal (NIF)

Una vez constituida la sociedad, es imprescindible obtener el NIF para la empresa. Para ello, debes presentar el modelo 036 o 037 en la Agencia Tributaria, junto con la documentación necesaria.

3. Inscribir la sociedad en el Registro Mercantil

El siguiente paso es inscribir la sociedad en el Registro Mercantil correspondiente a tu localidad. Esto implica presentar:

  • Los estatutos de la sociedad.
  • El acta de constitución.
  • Otros documentos requeridos por el registro.

4. Darse de alta en la Seguridad Social

Como autónomo societario, también es necesario registrarse en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Para ello, debes:

  • Presentar el modelo TA-0521, adjuntando la documentación requerida, como el NIF de la empresa y el DNI del administrador.
  • Elegir una mutua para cubrir contingencias comunes y profesionales.
  • Puedes realizar este trámite presencialmente o a través de la sede electrónica de la Seguridad Social.

Si quieres saber cómo llevar a cabo este proceso de forma adecuada, te recomendamos que sigas cada uno de los pasos para darte de alta como autónomo en la Seguridad Social.

5. Alta en Hacienda

Debes dar de alta a tu sociedad en Hacienda mediante el modelo 036 o 037. Este formulario incluye información sobre tu actividad económica y los impuestos que vas a pagar.

6. Solicitar un Código Cuenta de Cotización (CCC)

Si planeas contratar trabajadores, necesitarás solicitar un Código Cuenta de Cotización (CCC) para gestionar las contribuciones a la Seguridad Social.

7. Licencia de apertura (si aplica)

Si tu actividad se desarrollará en un local físico, deberás solicitar una licencia de apertura ante el Ayuntamiento correspondiente. Esta licencia puede variar en coste según el tipo de actividad y las características del local.

8. Comunicación de apertura del centro de trabajo

Finalmente, si vas a iniciar actividades en un local físico, deberás notificar a la autoridad laboral competente sobre la apertura del centro de trabajo dentro del plazo establecido.

Como hemos visto, entender qué es un autónomo societario es esencial para gestionar tu actividad profesional de manera eficiente y acorde a la normativa vigente. En Asesoría Hidalgo te acompañamos para optimizar cada aspecto de tu negocio.

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